viernes, 24 de octubre de 2014

ARROZ CON MANGO

Lunes 20 de octubre de 2014 cerca de la 1pm, estoy en casa de unos amigos y me llaman para ver el programa “Vladimir a la 1”, donde entrevistaban a Tarek Willians Saab; atendiendo su motivación los acompañé a escuchar y ver la entrevista.

Trate de relajarme y evitar prejuicios al escuchar los planteamientos, quise ser objetivo, solo que el entrevistado daba diferentes opiniones sobre un mismo tema, todas distintas y contrapuestas lo que me lleno de asombro. Le escuche decir que a  Maduro había que entenderlo porque había recibido una situación muy difícil, y me preguntaba, ¿quien le dejo una situación difícil a Maduro? Antes le escuche hablar de un buen gobierno revolucionario. Lo escuche decir que Maduro lo había llamado para atender temas de derechos humanos y recordó episodios de mucho tiempo atrás, pero se mostró desconocedor del caso de Rosa Escarano a quien se le violaron sus derechos en la cárcel de Ramo Verde al atender temas sobre la salud de su marido, sin dejar de mencionar la suspensión de las visitas.

Una vez enterado del caso por Vladimir, generalizó y haciendo un gran rodeo terminó por censurar la actuación de los funcionarios de Ramo Verde, ¡sin querer queriendo! (me dio la impresión). Cuando quieren ser neutrales aplicando la lógica, la justicia con aptitud racional y correcta, chocan con el pasado reciente.

Quizás a Maduro le cuesta más, porque necesita mostrarse agradecido de quien heredó sus funciones, las cuales nunca pensó tener, pero la realidad lo obliga a comportarse distinto a su mentor y decir que sigue su legado, típica expresión venezolana del "Arroz con mango".

Esta expresión popular me trae reflexiones: el Ministro del Interior, el presidente, su esposa y otros de rango se toman fotos con colectivos, los mismos que después señalan de delincuentes, y luego bailan, cantan karaoke con los que logran superar la muerte; pareciera que fueran delincuentes solo “A VECES”.

"Arroz con Mango” también en la oposición donde muchos se hacen los tipos duros con guiños al gobierno; donde muchos con cargos públicos, por ejemplo alcaldesas o alcaldes, se muestran silentes ante lo que pasa y ausentes de sus funciones, como si quisieran pasar por “debajo de la Mesa”, disfrutando del los privilegio del periodo de gobierno y el poder, para poderse retirar buchones, o quedarse acordados para ser la oposición que el gobierno quiere.

Creo que la alternativa queda en manos de un ciudadano observador, participativo, buscando y decidiendo sobre los mejores, donde quiera que se encuentren. Si el ciudadano no se hace cargo y responsable de su destino, si no se empodera de amor propio, de auto estima, seguiremos siendo los cocineros del “Arroz con Mango”, y haremos que reinen los que disfrutan del amargor y la indigesta que produce ese "manjar" a quienes lo consumen con irresponsable apetito.



Edgar Luzardo Anez.
23 de octubre de 2014