Es desconcertante y hasta doloroso observar como los encargados de gobernar, asumen una conducta que te llena de la duda de saber si se hacen, te creen o son estúpidos. Quizá la frase que ayuda a despejar esta interrogante es la de Jorge Luis Borges "La tiranía fomenta la estupidez".
Es estúpido pensar que alguien es tan estúpido, para creer el discurso de que no hay colas, estando todos los días en interminables colas; podrá creer alguien que el responsable del contrabando es quien permite que entre y no quien permite que salga. Ya decía Martin Luther King "Nada en el mundo es mas peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda".
Podrá alguien creer que negándose a aceptar errores de gran tenor, que infringen grandes sacrificios y sufrimientos a un pueblo, podrán ser superados a fuerzas de mentiras o falsedades; de ser así, razón tuvo Albert Einstein cuando dijo "Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y del universo no estoy seguro".
Es como demasiado estúpido pretender te crean que hiciste un gran trabajo en materia de electricidad, sobre todo si a quien se lo dices vive a oscuras. Razón tenia el gran Zapata al decir que el se negaba a escuchar hablar y contradecirse al gobierno, porque llego a pensar que estaba loco.
Hay que ser bien descarado para no dar los índices de inflación, escasez, alterar todos los indicadores estadísticos sobre cualesquiera materia y acusar de manipulación a los que sufren las consecuencias, y utilizando métodos alternativos hacen estimaciones.
El régimen huye hacia delante y olvida que "la estupidez siempre se coloca en primera fila para que la vean, la inteligencia detrás para ver"; el comportamiento del régimen es poco responsable cuando no admite la realidad sobre nuestras fronteras, cuando no reconoce que abandonaron la verdadera función de los militares y los pusieron a vender pollos; no admitir que nuestra fronteras con Colombia esta repartida en zonas entre guerrillas y paramilitares y luego con nuestros aviones transportan guerrilleros a negociar en Cuba.
Como no preguntarse quien le informa a los bachaqueros a donde va a llegar mercancía. Hay alguien quien dude que hay mafias que controlan las colas.
La estupidez es una enfermedad curiosa, no la sufren quienes la padecen si no quienes la rodean.
Hay que recoger el autoestima, el amor propio, y definitivamente señores del régimen no hagan mas daño a este pueblo, hagan esfuerzos por recuperar el honor, no olviden que: "la diferencia entre genialidad y estupidez, es que la genialidad tiene limites".
26 de septiembre de 2015
