lunes, 12 de diciembre de 2016

CUANDO, CUANDO, CUANDO

Creo en la libertad de pensamiento y a veces pienso, quien gana cuando esta tropieza con el respeto en lo cual también creo. 

Me preguntó con frecuencia que pasa por la mente del que dice representarme cuando actúa pensando en él y se convence que el resto debe darse por satisfecho. Se cruzan interrogantes y me causa inquietud saber que siente el que sin hacer nada, ni arriesga, crítica al que hace algo.

Siempre he tenido inquietud de saber que piensan los que han sido favorecidos por la UNIDAD y reclaman reconocimiento.

Cuándo el hegemón se queja de la hegemonía, cuando el nepotismo reclama mayor herencia. Me preguntó en qué piensa el que cobra a solas y cuándo pierde aspira que paguemos todos. 

Qué tipo de libertad siente el ladrón cuándo denuncia, grita y señala su supuesta ruta de escapé. En qué estará pensando la mano que no da cuándo pide. Qué piensa el que se resiste al cambio, quien habla y sólo mira su ombligo, quien cree que mejor malo conocido que dedicar tiempo a la responsabilidad de conocer.

Qué lugar ocupan los principios y valores a la hora de accionar el presente y visionar el mañana. Que tan responsables somos de lo que pasa y con cuánta responsabilidad asumimos el corregir.

Cuando reflexiono sobre esta grave crisis que se traduce en vida o muerte, concluyo en que no hay tiempo, que la solución urgente y definitiva, que el problema y la solución es de todos y que la convocatoria no es a grupo de tres ni cuatro ni quince, que está urgente y grave situación nos convoca a una UNIDAD SUPERIOR.

Sin más canta mañanas, esto pasa por un pueblo ciudadano, exigente y presto, que sin dilación actúe, y una dirigencia que asuma con valentía o de un paso al lado.

Lo nuestro es urgente o no habrá más Navidad, ni año nuevo, porque todo será viejo, sin futuro y no habrá vida.

Edgar Luzardo

12 de diciembre de 2016